Ministerio de Intercesión

El ministerio de intercesión no es un ministerio cualquiera; es un llamado santo, un mandato divino y una posición de batalla en el Espíritu. La intercesión es más que una oración, es entrar en la presencia de Dios para ponerse en la brecha entre el cielo y la tierra, entre Dios y los hombres, entre la vida y la muerte. Es el gemido del Espíritu a través de la iglesia, es el clamor que sacude los cielos y hace temblar al infierno.

La Palabra nos enseña en Ezequiel 22:30: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.” ¡Qué declaración tan fuerte! Dios busca intercesores. No busca elocuencia, no busca apariencia, busca corazones rendidos que se levanten en la madrugada, que clamen con lágrimas, que no descansen hasta ver el mover de Su gloria.

El intercesor es aquel que ora en el Espíritu, que deja que el Espíritu Santo gima dentro de él con gemidos indecibles, como dice Romanos 8:26: “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.” La verdadera intercesión no es humana, es el Espíritu Santo orando a través de nosotros. Por eso, el intercesor no depende de su fuerza, depende de la unción.

El ministerio de intercesión es el ministerio oculto que sostiene todos los demás ministerios. La predicación se levanta sobre el altar de la intercesión, el evangelismo se fortalece por medio del clamor, la iglesia permanece firme porque hay hombres y mujeres de rodillas. No hay avivamiento sin intercesión, no hay liberación sin clamor, no hay conquista sin guerra espiritual. El ministerio de intercesión es la muralla que protege la iglesia y la llave que abre los cielos.

Mujer y hombre de Dios, si el Espíritu te llama a interceder, no lo ignores. Ponte en la brecha por tu casa, por tu iglesia, por tu nación. El fuego del Espíritu Santo encenderá tus oraciones y tu clamor no será en vano. En lo secreto se levantan los gigantes de rodillas, y en lo público se manifiestan las victorias del Reino. El ministerio de intercesión es el ministerio que hace temblar las tinieblas y trae a la tierra los propósitos del cielo.

El Ministerio de Intercesión es dirigido por Hna. Dalila Lopez.